Actualmente Tegucigalpa es la ciudad de mayor pujanza del país dado que es el centro político y administrativo. La ciudad cuenta con un casco histórico integrado por las iglesias de la época colonial y los edificios emblemáticos cuya construcción se remonta a inicios del siglo XX.

La ciudad cuenta con una serie de miradores naturales como son el Parque Naciones Unidas, conocido como El Picacho, que domina toda la ciudad; el Parque Manuel Bonilla; el Parque La Leona; el Cerro El Berrinche; el Cerro Juana Laínez; el Cerro de Hula al sur de la Ciudad; y, La Montañita al este. Por esta razón a Tegucigalpa también se le conoce como Ciudad de los Cerros de Plata.

En Tegucigalpa también se encuentra la Basílica Menor de la Virgen de Suyapa, patrona de los hondureños. La ciudad limita al norte con el Parque Nacional La Tigra, localizado a 11 kilómetros de Tegucigalpa, con una altura máxima de 2,290 metros sobre el nivel del mar. La Tigra es el primer bosque nublado en Honduras, un lugar excelente para el avistamiento de aves, incluyendo al quetzal. El parque cuenta con un total de 34 familias de aves con 171 especies, 42 de las cuales solo se encuentran en bosque nublados y 27 especies migratorias que usan el área durante su migración.

Al sur de la ciudad se encuentran pintorescos pueblos como Ojojona y Santa Ana, donde se aprecian muchas artesanías. Continuando al este nos encontramos con Santa Lucia, enclavado en media montaña con una topografía intrincada que le da ese toque tan especial. Su iglesia es poseedora de la imagen del Cristo de las Mercedes, heredada por el Rey Felipe II. También se recomienda visitar Valle de Ángeles, convertido en un centro y mercado artesanal, conservando el sabor de los pueblos que todo mundo quiere disfrutar, así como San Juancito, edificado en la base de la montaña con las características de un pueblo minero.