Sea desde las altas cumbres de las pirámides mayas, o bien desde las exuberantes montañas o las cálidas playas, lo cierto es que los crepúsculos más intensos, románticos y espectaculares están aquí, en Centroamérica, donde la magia se vive.

Guanacaste, magia hecha de tierra, mar y sol

Llévate contigo la magia guanacasteca, captura un ínfimo segundo de la esplendorosa danza del sol sobre el horizonte, quien tras su viaje por la bóveda celeste se fundirá con las cristalinas y cálidas aguas que bañan las costas de este pedazo del Pacífico costarricense. No importa en qué punto de la costa guanacasteca estés, los atardeceres son sencillamente un espectáculo inolvidable.

Los asombrosos atardeceres costarricenses

En Playa Tamarindo, surfea y embelésate del espectacular atardecer, escapa a Playa Real a ver languidecer el sol sobre el agua verde turquesa y las blancas arenas donde anidan las tortugas negras. No dejes de ir a Bahía de Salinas.

Panamá, donde el sol siempre vibra.

Desde la Calzada de Amador recréate con el espectáculo que el sol te brinda al bañar con sus últimas fuerzas los rascacielos de ciudad Panamá, dando la bienvenida al ir y venir de los barcos en tránsito hacia el canal, mientras, las hermosas islas de Nao, Perico, Culebra y Flamenco lo despiden anhelando su regreso.

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