Belice se ha convertido en un destino turístico que atrae a infinidad de visitantes. La belleza de sus paisajes, las experiencias que invita a vivir y los yacimientos arqueológicos conforman una oferta irresistible.
Belice: uno de los países más bellos de Centroamérica
Entre los enclaves que no te puedes perder destaca Cayo Ambergris, la isla de mayor tamaño del país. Su arrecife de coral lo convierte en el destino favorito de quienes desean practicar buceo. Si ya tienes experiencia, prueba a sumergirte en el llamado Gran Agujero Azul o Blue Hole. Es el nombre que recibe un atolón, cuyas aguas azul oscuro contrastan con el turquesa del resto del mar. La diferencia de tonalidades queda de manifiesto cuando se sobrevuela la zona en avioneta, una actividad muy recomendable para los turistas. Está situado a 100 kilómetros de la costa continental y suma un centenar de metros de profundidad.
La principal ciudad insular es San Pedro, llamada así en honor al patrón de los pescadores. En ella se concentran numerosos hoteles y negocios hosteleros. Podrás reponer fuerzas degustando platos típicos de la región, entre los que destacan los salbutes de pescado.
Nadar rodeado de tiburones y otros peces
No menos paradisíaco es Cayo Caulker, una isla de ocho kilómetros de longitud y solo un kilómetro y medio de ancho. La arena cubre la totalidad de su superficie, desde la playa hasta la zona poblada. Aunque te sorprenda, no hay carretera ni vehículos que funcionen a motor.
Su litoral es el lugar indicado para iniciar salidas a bordo de embarcaciones que detendrán su singladura para permitirte bañarte en el mar. De este modo, tendrás la oportunidad de nadar entre diferentes especies marinas.
El pueblo más amigable del país
Este es el sobrenombre que recibe la localidad costera de Hopkins, el destino predilecto de quienes buscan un lugar para relajarse. La combinación de sol, arena y mar resulta irresistible, al igual que las veladas en restaurantes locales. Además, la amabilidad de sus habitantes es otro de los factores considerados clave por los turistas.
Guarda varias coincidencias con Placencia, un pueblo costero caribeño igual de tranquilo. Su playa invita a tomar el sol, practicar buceo y, más tarde, sentarse en uno de los bares abiertos a orillas del mar. En la zona también se ponen a la venta piezas de artesanía. Otra de las actividades que atraen a los visitantes es el avistamiento de aves.
Belice City merece, igualmente, que hagas una escala en tu viaje. Esta ciudad portuaria, la más grande de todo el país, te anima a iniciarse en el estudio de la cultura maya gracias a la exposición abierta en su museo. También puedes subirte a uno de sus taxis acuáticos y desplazarte a poblaciones como la de San Pedro.
Un viaje al pasado por las ruinas mayas
Incluye en tu viaje rincones como San Ignacio. Esta ciudad te permite ir andando hasta Cahal Pech para descubrir las ruinas de su emplazamiento maya, que data del año 900 antes de Cristo. Reúne más de una treintena de estructuras, entre la que se incluye la que mide más de 25 metros de altura.
No es el único yacimiento perteneciente a la civilización maya. También te conquistará Lamanai, hogar de la segunda estructura precolombina más grande del mundo. Podrás llegar a esta localización navegando las aguas del río Nuevo.
No olvides hacer una excursión a Xunantunich, que suma media docena de plazas rodeadas por 25 templos y palacios. Es un enclave mágico, por lo que no es de extrañar que los lugareños cuenten leyendas como la de la mujer de piedra. Llaman así a un fantasma que, según explican, se aparece de forma continua.
Viaja a este destino de Centroamérica y disfruta sus múltiples atractivos. Vivirás una aventura memorable.