Si estás pensando en viajar a Guatemala, planifica antes una ruta por algunos de sus rincones con más encanto. Es el modo idóneo de disfrutar de la belleza de los paisajes de una tierra de montañas, lagos, ríos y volcanes. La hospitalidad de su gente, su historia y las coloridas calles te conquistarán desde el primer instante.
Las casas llenas de colores de la Antigua Guatemala
Una de las ciudades que no deberías perderte es la Antigua Guatemala. La que fuera capital del país se halla protegida por el Volcán de Agua, testigo mudo de los devenires de esta ciudad colonial. Sus calles empedradas, flanqueadas por edificios coloridos, son una invitación a olvidar las prisas. A ello, contribuyen también museos como el de jade y sus mercados al aire libre. Son el lugar ideal para adquirir piezas de artesanía.
También en Flores, ciudad del departamento de Petén, se erigen edificios pintados de las más diversas tonalidades. Podrás fotografiarte ante sus puertas para compartir las imágenes en tus redes sociales. Entre los pocos pintados en blanco destaca la Catedral Nuestra Señora de Los Remedios. En su interior se halla un venerado Cristo negro.
Tras conocer los atractivos de Flores, los viajeros ponen rumbo a Tikal, que significa ciudad de las voces. En esta antigua urbe puede contemplar uno de los mayores yacimientos mayas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Reúne 5000 edificios prehispánicos en una extensión de 16 kilómetros cuadrados.
En Petén está Yaxhá, cuya traducción al español es agua verde. Es consecuencia de las dos lagunas a las que se asoma la población. Por un lado, la laguna Sacnab y, por otro, la Yaxhá. Sin embargo, lo realmente importante es el recinto arqueológico que alberga. Esta ciudad maya engloba buena parte de sus construcciones originales. No es muy conocida, por lo que podrás visitarla sin que se produzcan aglomeraciones por el turismo.
Un mercado con miles de puestos
Una escala llena de atractivos es Panajachel, un bonito pueblo situado en el altiplano guatemalteco, a orillas del lago Atitlán. Aparte de regalar vistas de postal, es el punto de partida de singladuras en embarcaciones que trasladan a los pasajeros a otras poblaciones cercanas.
Chichicastenango es otro de los destinos guatemaltecos más frecuentados. Lo ideal es visitar la localidad el jueves o el domingo, coincidiendo con la celebración de sus mercados que la han hecho conocida internacionalmente. Suma más de 2000 puestos en los que puedes hacerte con más de un recuerdo del viaje.
Navegando por río Dulce rumbo a nuevos destinos
Las opciones se multiplican en el departamento de Izabal, donde existen diferentes rutas. Algunas de ellas se llevan a cabo a través de río Dulce. Ese es el caso de la que conduce a la localidad caribeña de Livingston. En el trayecto podrás avistar infinidad de aves que anidan en sus orillas e islas, entre las que destaca Palomo, con sus aguas termales.
La navegación ofrece la opción de hacer escalas para practicar canopy Los más valientes probarán este deporte extremo que permite deslizarse de un árbol a otro utilizando un cable de metal.
En este mismo departamento de Izabal está Quiriguá, un yacimiento arqueológico perteneciente a la antigua civilización maya. Sus principales señas de identidad son una plaza de grandes dimensiones y un espectacular conjunto escultórico. Está conformado por estelas que pueden llegar a pesar varias decenas de toneladas y sumar hasta una decena de metros de altura.
Prepara la maleta para viajar a Guatemala y déjate conquistar por los restos de civilizaciones que se han conservado hasta la actualidad. Sus parajes más exóticos, las singladuras a bordo de embarcaciones y la visita a atracciones, como la que constituyen sus mercados, te harán vivir experiencias memorables.