El archipiélago de Guna Yala, también conocido como las Islas de San Blas, alberga una de las comunidades indígenas más visibles y respetadas de Panamá: el pueblo Guna. Con una población de aproximadamente 62,000 personas, los gunas habitan a lo largo de la costa este del Caribe panameño y en 49 de las 400 islas de este paradisiaco archipiélago. Según los historiadores, la comunidad guna podría haber migrado a estas islas después del siglo XVI, estableciendo una relación simbiótica con el océano, que se ha convertido en la base de su cultura y sustento. Hoy en día, Guna Yala es uno de los mayores productores de coco en la región, fruto que es fundamental para la economía local.
Con un estatus semiautónomo reconocido por el Estado panameño, el pueblo guna ha acogido visitantes durante décadas, ofreciendo una experiencia cultural auténtica.
Una visita a Guna Yala es una oportunidad única para adentrarse en la vida cotidiana y la rica cultura de esta comunidad. En las islas, los visitantes pueden hospedarse en cabañas de techo de palma, experimentar la vida en armonía con la naturaleza y disfrutar de la cocina local, destacándose el Tule Masi, una sopa tradicional de pescado y plátano, o el pargo rojo con arroz de coco, un plato fresco y emblemático de la gastronomía guna.
Panamá alberga siete pueblos originarios, incluyendo a los guna, cada uno con una identidad cultural y un sistema de gobierno propio que preservan con orgullo. Guna Yala, en particular, ofrece un destino fascinante para quienes buscan una experiencia cultural profunda en un entorno natural incomparable. Con sus islas de ensueño y su valiosa herencia cultural, el territorio guna se erige como un testimonio vivo de las tradiciones ancestrales de Panamá y como un destino que conecta a los visitantes con la esencia misma del Caribe panameño.