Centroamérica es el destino ideal si deseas sumergirte en la historia de países como Belice y Guatemala. En sus límites encontrarás yacimientos arqueológicos de gran valor. Visitar cualquiera de ellos en tus próximas vacaciones se convertirá en una experiencia turística verdaderamente increíble.
Tres destinos que no te puedes perder en Belice
Si visitas Belice, aprovecha para conocer Lamanai, que significa «cocodrilo sumergido» en la lengua maya. En este espacio arqueológico, el más interesante del país, se halla la segunda estructura precolombina maya más grande del mundo. Entre sus construcciones destacan tres templos: el del Jaguar, el de las Máscaras y el Castillo. El modo más sencillo para llegar a este lugar es navegando en bote o lancha por el río Nuevo durante 45 minutos. Es un viaje especial.
En Belice se encuentra también Cahal Pech, una reserva arqueológica que en otro tiempo funcionó como centro ceremonial. Dispone de templos, palacios, un baño de vapor e incluso una cancha de pelota. El conjunto forma la que parece ser una de las ciudades más antiguas del planeta. Hay pruebas de su existencia en el año 1200 a. de C. Su privilegiada ubicación, en lo alto de una colina, permite disfrutar de unas bellas vistas.
Otro de los rincones que atesora Belice es Xunantunich, que está muy cerca de la frontera con Guatemala. Sus ruinas incluyen la segunda pirámide más alta de la nación, que recibe el nombre de la Doncella de Piedra. Cuenta una antigua leyenda que en esta zona se aparecía de forma reiterada el fantasma de una mujer, de ahí su sobrenombre.
El visitante puede conocer cómo era la vida de sus moradores gracias a las distintas salas de exposiciones habilitadas. En ellas, tendrás la ocasión de contemplar enseres originales, estelas y otras piezas de gran importancia desde el punto de vista didáctico.
Las estelas mayas gigantes de Quiriguá, entre los atractivos de Guatemala
En Guatemala también hay yacimientos arqueológicos, como el de Quiriguá, cuya superficie es de tres kilómetros cuadrados. Perteneciente a la antigua civilización maya, se caracteriza por disponer de las estelas de mayor tamaño. La ideada a partir de una única pieza de 10,6 metros de altura y 65 toneladas de peso despierta la curiosidad del público. No es extraño que quienes la contemplan se pregunten cómo pudieron los antiguos habitantes colocarla donde se encuentra. Es un misterio que nadie ha sido capaz de resolver por el momento.
No es la única metrópolis guatemalteca heredada de los mayas. Tikal o, lo que es lo mismo, la Ciudad de las Voces, es el asentamiento prehispánico más extenso de todo el país. A lo largo de sus 16 kilómetros cuadrados se levantan nada menos que 5000 edificios. Sin embargo, solo el 5 % de ellos ha sido restaurado para su visita.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Parque Nacional Tikal se sitúa en el corazón del bosque tropical del Petén. Su historia se ha recuperado gracias a diferentes textos jeroglíficos.
En escritos de este mismo tipo está el origen de Yaxhá, el nombre que traducido al español significa «agua verde». A lo largo de sus 350 kilómetros cuadrados, podrás divisar montículos que te harán sospechar de la existencia de templos semiocultos. El sonido de los pájaros y de otros animales que pueblan la selva conforman una banda sonora que acompañará tus pasos por estos restos.
Conoce la historia de los mayas poniendo rumbo a estos destinos de Centroamérica en tu próxima escapada. Te espera un viaje en el tiempo inolvidable que te permitirá adquirir infinidad de conocimiento sobre una cultura capaz de conquistarte desde el primer momento.