¿Viajas cada año con tus amigos buscando nuevas experiencias? Una intensa ruta por Nicaragua, Costa Rica y Panamá superará cualquier aventura anterior. Te propongo los 21 días de ensueño que viví en estos tres países. Apunta este itinerario. Prometo que también será el viaje más apasionante de los que recuerdas.
Primera parada: Nicaragua
Aterrizarás en Managua, el punto de partida de tus vacaciones. Te resumo cuáles fueron las visitas que organicé por día.
– Día 1. Rendí visita a las huellas humanas de Acahualinca (entre el 232 y el 8 a.C), la Catedral de Santiago y el Puerto Salvador Allende. Por la tarde, visité el volcán Cerro Negro (León).
– Día 2. Contemplé la arquitectura colonial de las iglesias leonesas. Después, puse rumbo a la Reserva de Juan Venado. Dormí en una cabaña alquilada en Las Peñitas, junto a la playa.
– Días 3 y 4. ¿Sabías que el principal reclamo de la isla Juan Venado es la posibilidad de liberar tortugas recién nacidas? Aquí me quedé dos días para practicar surf en una de las playas.
– Días 5 y 6. El volcán Masaya fue mi siguiente destino. Por la tarde, partí a San Juan del Sur para bucear y puse rumbo a Ometepe. Por la mañana disfruté de un paseo sobre el lago manejando los remos. Después, partí a Granada y divisé el lago de Nicaragua.
– Día 7. Desayuné en Granada tras fotografiar las estatuas precolombinas y cambié de país: Costa Rica. Cenamos en San José, ciudad con un gran ambiente nocturno. Paseé por el barrio judío.
– Día 8. Amanecí y me desplacé al volcán Poas. Antes de comer emprendí una ruta rápida por varias ciudades interesantes: Grecia, Sarchi, San Ramón y Zarzero.
– Día 9. Me desplacé a Cartago, donde pasé el día completo. Me maravillaron el Jardín Botánico Lankester y el Parque Nacional Tapantí Macizo de la Muerte. Viajé después hasta Bahía Drake.
Los iconos de Costa Rica
– Días 10 y 11. Bahía Drake y el Parque de Corcovado son dos de los lugares más fascinantes de Costa Rica. Se merecen, al menos, un par de días. Allí practiqué senderismo y contemplé sus preciosos atardeceres.
– Día 12. Me apetecía un día de playa para descansar de ese ritmo vertiginoso. La del Parque Manuel Antonio es especial, pues puedes ver a los simpáticos perezosos. ¡Y de allí a Panamá!
– Días 13, 14 y 15. Comencé la ruta por el país en una provincia espectacular: Bocas del Toro. Allí me quedé tres días. Los justos para que me diera tiempo de conocer la isla Bastimentos, isla Zapatilla, cayo Coral, el Bosque Protector de Palo Seco y las playas Estrella y Bluff. Sin duda, es una de las zonas naturales más ricas de Panamá.
Costumbres panameñas
– Día 16. A estas alturas de mi viaje, lo que quería era descubrir pueblos con encanto para empaparme de las tradiciones de su gente. Así que, fui a conocer Chitré y sus alrededores. ¡Y llené mi maleta de su artesanía como recuerdo! Te aviso: te encantará el folclore de Las Tablas.
– Días 17 y 18. Me esperaba el Canal de Panamá. Pero no era el único símbolo de Ciudad de Panamá para visitar. En estas dos jornadas pude ver el Casco Antiguo, la calzada de Amador y Cinta Costera, el cerro Ancón y el Parque Nacional Metropolitan.
Un paraíso indígena en Panamá
– Días 19 y 20. Y de ahí, a Guna Yala. Dos jornadas de auténtico relax en el paraíso del archipiélago de San Blas. Esta zona bañada por el mar Caribe es ideal para practicar buceo, vela y senderismo.
– Día 21. Regresé a Ciudad de Panamá. Aproveché para dar un paseo por isla Colón y tomé el vuelo de regreso.
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