UNA DE LAS MEJORES EXPERIENCIAS DE MI VIDA

Visitar Honduras, Guatemala y Belice en julio fue una de las mejores experiencias de mi vida. Cuando alguien me pregunta acerca de Centroamérica, les digo lo mismo: Centroamérica es tan diversa, bella y llena de milagros… hay que ir a Centroamérica por ti mismo para entender su belleza.
Empezamos con Guatemala, que me abrumaba con su cultura. Caminaba por la jungla, subía unas escaleras y de repente veía el mundo desde una perspectiva completamente diferente. No sabía mucho sobre la cultura maya, pero después de visitar Tikal no pude dejar de pensar en ello. Nunca me sentí tan increíblemente pequeña pero importante al mismo tiempo. Los días en Guatemala me recordaron que el planeta Tierra está lleno de secretos y milagros ocultos y  soy parte de todo esto.
Nuestra siguiente parada: Belice. Me enamoré del país de inmediato. Destaco definitivamente Caye Kaulker. Las vibraciones, los colores, la gente… asombroso. Bucear con tiburones, rayas y manatíes, no puedo pensar que haya una mejor experiencia. Después de saltar al agua, mi corazón latía como loco y me di cuenta de que pertenecía a este lugar. Soy parte de la naturaleza y no tengo nada que temer.

Por último, pero no menos importante, viajamos a Honduras. No tenía expectativas, pero aún así: Honduras las superó  todas. Honduras me desafió de muchas maneras hermosas y nunca me sentí tan viva como lo hice allí. Ziplining sobre la jungla, subiendo por debajo de la cascada, buceando en el océano… Normalmente no soy una persona aventurera, pero Honduras me enseñó. La vida es una aventura y disfruté mucho de esta parte.

Entonces … Centroamérica es completamente diferente a cualquier otro lugar que he visitado hasta ahora. ¿Y sabes qué? Es mi favorito.»
Luise Morgen